domingo, 29 de julio de 2012

Itinerario de afición y aflicción

FUENTE:
http://camposmiticoss.blogspot.com.es/2009/09/el-calvario-1923-1970-union-deportiva.html
Aquel viejecillo, honrado y trabajador, soldado más que unido, a su querida Eulalia mientras ella vivió, era mi abuelo. Cuando visitándome acudía al Barrio del Oeste, frecuentemente me decía: “cuanto he pateado, y con qué distintos sentimientos, estas calles”. Sabiendo que siempre había vivido en “La Prospe”, me desconcertaba. Un día, finalmente, con la claridad que sus lagrimosos ojos le negaban, me lo explicó. Este barrio transitándolo le llevó al viejo “Calvario” a satisfacer su afición futbolera, y años después, a confortarse ante la tumba de la abuela, repitiéndose el epitafio, que tenía memorizado, del nicho de su admirado Unamuno.

Los dos últimos microrrelatos publicados participaron en el certamen "Leyendo a la luz de la luna" organizado por la asociación de vecinos ZOES, cuya estupenda labor queremos homenajear desde estas páginas ahora que ve obstaculizados sus proyectos por parte del Ayuntamiento. Os invitamos a leer el resto de relatos participantes haciendo clic aquí.



jueves, 19 de julio de 2012

El cazador de sueños ajenos

Por el Barrio del Oeste, un hombre desconocido, paseaba temprano todos los días, acompañado de un perrillo. Parándose, contemplaba con avidez el sacudido que de ropas y alfombras se hacía desde balcones y ventanas. Intrigado, una mañana, interrumpiendo mí marcha decidí preguntarle. Sorprendiéndome, me dijo que perseguía así atrapar los sueños, que desechados arrojaban los demás, pues él ya, ante innumerables frustraciones, consideraba inalcanzables los suyos. Confuso, no entendiendo que los sueños que unos desdeñan otros anhelan ilusionadamente, proseguí mi camino. Pasando algún tiempo, Unamuno, por medio de “Orfeo”, el fiel y comprensivo can, extinguió la “niebla” de mi entendimiento. 

sábado, 14 de julio de 2012

Una praxis peligrosa

ORIGEN: WIKIPEDIA
Y además nos hace daño, era su insistente reparo. Cuando la convivencia se entorpecía por las intermitencias de la benevolencia del destino, yo abogaba para lograr depurar contradicciones y asperezas, ahondar en el sótano de nuestra vida en  común. Allí, argumentaba, podíamos hallar los apuntes de lecciones que no por antiguas dejarían de sernos válidas. A esta práctica terapéutica, habiéndome resultado eficaz a mí en muchos aspectos, el era renuente. Demorándose un día en su regreso se disculpó esgrimiendo, que surgidas algunas dudas, había comenzado a buscar apuntes en otros subsuelos existentes en su vida. Aquel día dejé de fomentar la práctica de la espeleología.

martes, 3 de julio de 2012

Secuelas ocultas


http://www.elmundo.es/elmundosalud/2010/09/03/noticias/1283529030.html
Veo junto a su reloj unos números grabados en su piel, enigma, que el anciano residente, siempre omite revelar. Las arrugas de su rostro, como las callosidades de sus ásperas manos, sin aparecer en ellas ningún guarismo, son referencia de las coordenadas que han determinado una vida dura,        repleta de sinsabores y de incesante lucha. Sentado, sus cansados ojos, que no hace tanto han comenzado a vislumbrar un tibio bienestar, abstraídos, miran las temblorosas manos que apoya en sus rodillas. Algo renuente, acepta mi trato, y sin desvelar el enigma, sentencia: la vida, sin poderlo impedir, también imprime estigmas, que invisibles, son más dolorosos e indelebles que los dígitos que exhibo.